Homenaje a Ramon Llull
"Ramon Llull y el secreto de la vida" (Herder & Herder, New York, 2002) es el título del libro escrito por el historiador y teólogo Amador Vega (Barcelona, 1958) sobre la vida y la obra de Ramon Llull (1232 – 1316), y que utilicé para acercarme al personaje.
La pieza se inicia con Llull en Mallorca en su etapa de juventud en la que hace de trovador, canta romanzas a las damas y disfruta de la vida.
Antes del año 1263 Llull vive una honda crisis personal y su conversión con la visión de cinco apariciones de Cristo en la Cruz. Decide ofrecer su vida en martirio y adquirir la formación necesaria para la comprensión de sí mismo.
La pieza salta directamente al siguiente periodo que se inicia aproximadamente en 1263 conocido como de la formación. Ramon aprende latín y árabe y sobre todo aprende a hacer de la escritura el medio de comunicación que enlaza la vida profana con la religiosa. Se traza un camino que le lleva a la comprensión de si mismo y a la determinación para iniciar una obra que le llevará a hacer del Mediterráneo su campo de actuación, del catalán latín y árabe su medio de comunicación y por la que visitará y trabajará en las principales capitales europeas, el Mediterráneo Oriental y el norte de África. Esa es una de las muchas cosas que me fascinan de Llull: su visión aglutinadora de una Europa y un Mediterráneo que ya es crisol de culturas, religiones y civilizaciones y que él intenta entender y unir con el objetivo de predicar un modelo místico de contemplación.
En el año 1274 se inicia la etapa de contemplación en la que escribe la obra Ars compendiosa inveniendi veritatem (Arte abreviada de encontrar la verdad) en el que se desarrolla un modelo de predicación. En este periodo empieza el uso de imágenes geométricas o sensibles como son el círculo la escalera y el árbol.Esa es una etapa llena de viajes y oración contemplativa.
1283 marca el inicio de la última etapa calificada como de predicación en la que Ramon viaja a París con la idea de convertir a los maestros de la ciudad a la ciencia contemplativa. Se acerca a los más poderosos de las repúblicas marítimas. Visita Génova y Roma (casualidades...). Viaja a Túnez donde sufre encarcelamiento y logra salir en el 1294 camino de Nápoles.
En la fase final Ramon deja por escrito muchos de sus trabajos e ideas para lograr lo que es su propósito final: la predicación y la fundación de monasterios para que, como él decía, en ellos se aprendieran diversos lenguajes de los sarracenos y otros.